El locus, un monte insertado en el casco urbano y parcialmente erosionado para su uso como aparcamiento provisional, debía albergar ahora un equipamiento público de Auditorio y Escuela de Música en una parcela estrecha, límite entre lo urbano y el espacio natural. 
Se plantea un muro plegado que sutura ese límite, recuperando la orografía del espacio natural por un lado y resolviendo por el otro, con la edificación y la conformación del espacio público, la conexión a la trama urbana.

El auditorio, como en la mayoría de los municipios de pequeña escala, será el edificio que albergue toda la actividad cultural de la comunidad. La sala debe de ser flexible para dar cabida a distintos usos como conciertos, conferencias, teatro, cine, exposiciones, etc ….
La solución adoptada, al permitir la modificación de la posición de butacas, escenario, techo acústico, concha acústica y cámara negra alcanza una flexibilidad que conserva las características específicas de cada tipología, incluso de las menos habituales como desfile de moda, baile con mesas, etc.
En continuidad con los teatros circo del S. XIX en España y concretamente en Galicia, pasando por los experimentos para teatro alternativo de los años 50 y 60 (Gropius, Polieri, ...) basados en mecanismos de flexibilidad como permutador tipológico [A o B], la propuesta aporta el multiescenario simultaneo [A+B+….]. Esto permite generar espacios específicos para obras contemporáneas experimentales abiertas fuera del discurso lineal convencional (U. Eco, obra Abierta).